El Grupo de Investigación “Salud y Seguridad en la Montaña” se creó con el fin de investigar en la prevención de los
accidentes de montaña desde tres áreas íntimamente relacionadas en la persona en su interacción con el medio:
Seguridad en la Montaña, Medicina de Montaña y Aspectos Psicológicos relacionados con la Montaña.
Contacto: grupossm@gmail.com

miércoles, 20 de mayo de 2009

Diario del Campo Base del Manaslu-III Días 8 al 12 de Mayo

Viernes, 8 de mayo - EL POR QUÉ DE UNA FABADA EN ALTITUD
La pasada noche ha sido de espanto. Aquí, en el BC, caían bolas como canicas, con una ventolera de película del oeste. Como era de esperar, turbulencias y precipitación han ido subiendo la ladera. En los Campos II y III no han dormido. La nieve ha enterrado las tiendas, las ha roto y casi los aplasta. Las nuevas predicciones meteorológicas, han hecho que la mayoría se dieran la vuelta. Carlos y Phemba han llegado al BC sobre las 12 del mediodía, después de palear cuatro horas (sólo con botines y con la nieve por encima de la rodilla) para recuperar lo que había quedado bajo dos metros de nieve entre un amasijo de lo que había sido su tienda en el C-II (gafas, botas, guantes, cámara, etc.). Ya hemos comentado que eso de las predicciones meteorológicas dan de sí lo que dan, y más en estas montañas. Una vez aquí, y después de comer, ha puesto los pies a remojo con Pérez, para que viéramos si había sufrido algún daño. Pies perfectos. Mientras "se bañaban" con el antiséptico, nos ha contado que cenaron una lata de fabada, prescindiendo de papillas y liofilizados, a 6.400 metros. No está de más el comentar algunas cuestiones de la alimentación en alta montaña.Los hidratos de carbono (HC) y las proteínas proporcionan 4 kcal/gr de energía, las grasas 9 kcal/gr. El tiempo de digestión de las grasas es más largo que el de los HC, y por litro de oxígeno se obtiene un 10% más de energía con HC que con grasas. Si nos centramos en el oxígeno que hace falta para obtener 100 calorías a partir de: - los HC, son necesarios 0,83 moles de oxígeno; por ello se asimilan con facilidad en medio hipóxico. Además, los HC favorecen la saturación de la hemoglobina y el transporte de oxígeno a los tejidos; - las grasas, hace falta 1 mol de oxígeno; - las proteínas, hacen falta 5 moles de oxígeno.Es importante conocer el gasto energético medio de un adulto, según el tipo de actividad, para adecuar la ingesta calórica: *en reposo, de 1600 a 2000 kcal/día*senderismo, 350-450 kcal/hora *jornada de 8 horas en montaña con clima templado, 4400 kcal. Es difícil absorber más de 4000 kcal por día, sobre todo en altitud; por lo que a partir de 5 ó 6 horas de esfuerzo, el déficit calórico será inevitable y se obtendrá a partir de la masa grasa y, posteriormente, de la masa muscular. Se han llegado a describir pérdidas de peso de hasta 15 kg en expediciones que se han alargado mucho. Las pérdidas de agua en altitud son muy importantes y muy superiores a la capacidad de compensación: - sudor: entre 0,5 y 1 litro/hora - respiración: hasta 200 ml/h en gran altitud. Aunque se adapte el volumen de orina (de 0,5 a 2 litros/día), el balance entradas-salidas será siempre negativo; por lo que la ropa debe permitir la evaporación del sudor y hay que intentar ajustar la intensidad del ejercicio físico para evitar la sudoración excesiva.En gran altitud, el alpinista está deshidratado, y NO HAY ADAPTACIÓN A LA DESHIDRATACIÓN. Habrá que beber en montaña entre 3 y 5 litros al día. La deshidratación comporta una disminución del rendimiento. Por ello, en la montaña se debe beber con frecuencia, evitar el agua muy fría (aumenta la velocidad del tránsito gastrointestinal y se producen diarreas), llenar la cantimplora siempre que sea posible (potabilizar el agua y añadir sales minerales e hidratos de carbono). LAS BEBIDAS ISOTONICAS DEBEN TENER MENOS DE 50 GR DE GLÚCIDOS POR LITRO, más cantidad entorpece el vaciado gástrico y la absorción intestinal. La deshidratación grave puede conllevar la muerte del deportista. Para la práctica del alpinismo, dado el medio en el que se realiza, la altitud, las condiciones de hipoxia, humedad, temperatura, etc. es aconsejable que 4 semanas antes de salir de expedición, se consuma una dieta hiperlipídica (rica en grasas) e hipercalórica (más calorías de las recomendadas para la edad y el peso), teniendo en cuenta que: Fibra vegetal: el exceso puede empeorar la distensión intestinal y la dispepsia gástrica, frecuentes en altura. Vitaminas y minerales: la altitud conlleva cierta mal absorción intestinal; en unos 2 meses se agotan las reservas del organismo en micronutrientes. Alcohol: engorda ya que 1 gr. supone 7 cal. Es un potente vasodilatador (condiciona menor resistencia al frío) y disminuye los reflejos y la capacidad de reacción. Ingerir vitamina E como antioxidante porque se producen radicales libres Los ácidos grasos polisaturados (Omega 3) flexibilizan la membrana del hematíe endurecida en altitud-, lo que mejora la captación de O2. La hipoxia conlleva anorexia en altitud, se aconseja ingerir hierro antes de desplazarse a la montaña. Ya en altitud, y hasta los 4.000 metros, la proporción de nutrientes debe ser la habitual: 60% de hidratos de carbono, 25% de grasas y 15% de proteínas. En altitud se alcanza mucho antes la sensación de saciedad, por ello deben fraccionarse las comidas. Para favorecer el apetito hay que intentar disponer de variedad: va bien alternar el queso y el jamón con la dieta liofilizada que, por otra parte, precisará de bastante agua para ser preparada y acaba aburriendo (y asqueando) bastante. Por encima de 4.000 m., hay que modificar la proporción de nutrientes, por aquello de que las proteínas consumen mucho oxígeno en su metabolismo: 60% HC / 32% Grasas / 8% Proteínas. A partir de 5.000 metros es aconsejable que se aumente la proporción de hidratos de carbono, y se disminuya la de grasas y proteínas, siendo que pasará a ser hipocalórica porque el organismo no tolera bien la ingesta.Resumiendo: en la montaña (y más en la alta montaña) se debe COMER SIN HAMBRE Y BEBER SIN SED. Una lata de fabada para dos, a 6.400 metros, se aproxima bastante a los consejos dietéticos referidos, sus características organolépticas son mejores que las de una papilla y es un alimento de lo más completo que, además, fue muy bien tolerado. Lástima que la cima no dependa sólo de una buena condición física y mejor alimentación-hidratación. El tiempo sigue siendo malísimo.

Sábado, 9 de mayo - MÁS “MOUNTAIN MEDICINE
Como es habitual, a las 7 ya estamos todos en danza hace rato (a las cinco se hace de día). El BC es como un patio de vecinos y las noticias vuelan: las chicas andaluzas bajan del C-II alto después de dos noches a 6.800 m. Lina ha tenido problemas respiratorios durante la noche y Ana ha perdido la visión del ojo izquierdo. De momento, hay sol y buena visibilidad, mucho aire en lo alto y las nubes empiezan a acercarse; pero la orden que hemos dado ha sido clara, directas y de tirón al BC (habrá unas cinco horas). Sobre las 12 llama Stephanie por radio, no respira bien, tiene mucha tos, está muy cansada y se ha parado en el C-I con Laurent. Del C-I al BC hay un par de horas, le digo lo mismo, derechos al BC. El sol desaparece a las 10 y empieza a nevar, lo normal de este mes. De nuevo, nos reunimos el “comité médico de crisis”: Miguel, José Ramón y yo. Preparamos todo el material para recibir al pelotón que baja perjudicado. La primera que llega es Lina, explica la clínica que ha tenido durante la noche, la auscultación pulmonar es normal, las constantes también, la analítica no refleja alteraciones, ha sido una crisis de ansiedad. Media hora después llega Ana, al perder la profundidad y relieve en la visión, ha bajado más despacio. El sol está cubierto, pero nos vamos a la tienda-almacén (el lugar más oscuro), para examinar el fondo de ojo. No hay duda, en el ojo izquierdo presenta varias hemorragias retinianas, una de ellas me parece que está justo sobre la mácula, además, hay un discreto edema alrededor del nervio óptico; en el ojo derecho tiene micro-hemorragias, poco importantes, y el mismo discreto edema. Me explica que durante la noche ha tenido muchísimo dolor de cabeza y que ha tomado dos Gelocatiles y un Edemox. El consejo es “helicóptero y para casa”; de todas formas, hablo (vía satélite) con el Dr. Javier Ascaso, oftalmólogo del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza, para explicarle el caso. Me explica como confirmar que la hemorragia está sobre la mácula: que se tape el ojo derecho y con el izquierdo que mire directamente a la luz del oftalmoscopio, lo primero que verás es la mácula; si lo que ves es la hemorragia, es que la tiene sobre la mácula. Lo mejor es que vuelva a España para controlar la evolución de las hemorragias. Confirmado, la hemorragia más gorda que tiene está sobre la mácula. Pautamos colirio con corticoide cada 4-6 horas y Dexametasona oral. El ojo humano es una ventana a través de la que podemos observar el tejido vascular y el nervioso. La hipoxia de la altura conduce a un aumento del flujo vascular retiniano, con la consiguiente dilatación y tortuosidad de vénulas y arteriolas. Los vasos retinianos lesionados pueden permitir la exudación de líquido (edema) y la aparición de hemorragias retinianas. Ana no puede descender los 1.400 metros de desnivel que hay hasta Samagaon con un solo ojo, ni hacer los 8 días del trekking de vuelta. Así que Lolo, se pone en contacto con la compañía aseguradora para organizar la evacuación en helicóptero desde el BC hasta Kathmandú (una hora de vuelo). Una vez allí, Ana adelantará el vuelo de vuelta a España. Sobre las dos y cuarto llegan Laurent y Stephanie. El aspecto de ella es de “descuajeringue” total (no he hecho foto porque lo primero era atenderla): tensión de 120/90, frecuencia cardiaca de 110 por minuto, respiratoria de casi 30, saturación del 72%, tos persistente, y la auscultación revela crepitantes finos en bases pulmonares; o sea, edema pulmonar incipiente. Lo ideal sería Nifedipino y a Samagaon; pero ya ha bajado 2.000 metros, está agotada, sigue nevando, la visibilidad es mala, pienso que es mejor que coma, beba, descanse, pautar el Nifedipino cada 6 horas (controlando la tensión arterial) y bajar mañana a primera hora. Si empeora y no es posible bajarla, todavía me queda la Dexametasona y el oxígeno. A medida que pasan las horas, va mejorando. Entre unas cosas y otras, se han hecho las tres de la tarde, hace un frío que pela y no hemos comido; así son las cosas, en un hospital moderno y en este Base Camp.

Domingo, 10 de mayo - BUEN VIAJE, ANA
Nos hemos levantado con otros 40 cm de nieve, este Manaslu no parece querer darnos cuartel. Siguiendo la tónica de las últimas semanas, de 7 a 10 está despejado, hace sol y el viento es flojo, así que el helicóptero tiene previsto venir sobre las 7.30 a recoger a Ana. A las 7.50 el helicóptero ha tomado en las proximidades del campo italiano (es una de las partes más altas del BC) y, en cuestión de segundos, ha subido Ana y la aeronave se ha dejado caer sobre el valle. La hemos despedido con mucho cariño, en pocos días estará en Málaga, con su familia y su oftalmólogo. La expedición de mujeres andaluzas se queda con una menos, pero eso no les impide plantearse un nuevo ataque a cima en cuanto el pronóstico del tiempo dé dos días sin viento y sin nieve. En el BC se espera que entre finales de esta semana que empieza y principios de la siguiente, pueda estar clara “una ventana” de dos días. De momento, hoy se ha puesto a nevar a las 10.30, y el collado, la cresta y la cima del Manaslu han estado azotados por el aire. Stephanie también ha dejado el BC. Ha pasado buena noche “relativamente” y no ha sido necesario el oxígeno ni la Dexametasona. Por la mañana había mejorado un poco la saturación (78%), y los crepitantes finos en ambas bases seguían presentes, aunque desapareciendo. Lleva pautada la medicación y mañana la reevaluaremos en Samagaon.

Lunes, 11 de mayo - TIRARSE AL MONTE
Unos, como Carlos Pauner, Joao García, Radek Jaros, Mario Panzola, etc. están aquí, en este Manaslu, esta “Montaña del Alma” que les obsesiona. A otros, como Edurne Pasabán, Juanito Oyarzabal y Mario Pesci, me los encontré en Kathmandú afilando sus armas para subir a otras grandes montañas. Ni siquiera faltaron los más viejos del lugar, como Carlos Soria o César Pérez de Tudela que, a sus 70 años, no renuncian a subirlas. Menos aún faltaron, ni faltan en mi recuerdo, los viejos amigos como Javier Escartín, Pepe Garcés o Lakpa Dorhi, que perdieron su vida al intentar coronarlas. Comparto su gusto por visitarlas, por disfrutar de su belleza, de su grandiosidad, de ese mundo extremo de montañeses y de inmensos panoramas que, desde niño, me dejaron con la boca abierta. Pero no entiendo sus ansias por superarlas, por ascenderlas, por dominarlas. Hace 30 años que vengo por estas montañas himaláyicas y, al igual que me ocurre con las de mi tierra y con otras muchas, siempre he pensado que las mujeres y las montañas son lo más hermoso que conozco; y no creo que estén ahí para que uno se pase la vida intentando subírseles encima, sino para que admire serenamente su belleza. Que aún recuerdo yo el día que, a los siete años, me subió –por primera vez- a la cima del Moncayo mi tía Conchita; cogidito de su mano, siguiendo una vieja tradición familiar, en uno de aquellos días despejados en los que parecía que el Pirineo iba a poder tocarse con la mano. Sólo me faltó volar. Y claro, empezaron las murmuraciones: el primero, mi queridísimo Pepe Marín, entonces novio de María Gomollón, que no pudo menos que exclamar, nada, que parece que aquí al zagal se le han subido al cebollo los aires de Moncayo, y con el exceso de oxígeno, se ha pensao que todo el monte es orégano. Habrá que enseñalo, no vayan a esmalicialo. Y dicho y hecho, inició una etapa de formación de mi vida con la que él consideraba la lección primera: “De cómo tirarse al monte”, seguida de la segunda: “En el monte no te fíes ni de tu padre”, que debo reconocer que, andando el tiempo, me han resultado de bastante utilidad. Y en eso estamos, en este Monte del Alma, furo, de más de ocho mil metros, aunque según desde lo miras, no lo parece y que, cuando más confiado estás, te pega una metida de viento, nieve y ventisca, “que vas de lao Menéalo”. Y yo venga a decirles: Pero bueno, ¿no lo habéis visto, mirado y remirado ya hasta el aburrimiento? ¿No es un monte que, visto por este lado, se parece a la Punta Anayet de nuestra tierra en invierno? ¿No subisteis el otro día hasta casi 50 metros de su cúspide? Pues ¡hala, dejadlo ya! Y vámonos con la música a otra parte, que me aburro de ver todos los días el mismo monte y de ese venga a subir y bajar las mismas cuestas, y os deje eso que llamáis “una ventana de buen tiempo” para poder subirlo. Pero ellos, empeñado en que no. En que tiene que ser éste al que tienen que tirarse. Y a mi me parece que, con lo que se les resiste, no va a darles gusto ni nada, si al final se deja. Pero en fin, ellos verán que, como dice el refrán, al fin y al cabo, cada cual con su cada cuala, y para gustos están los colores; aunque sea en cuestión de montes.

Martes, 12 de mayo - SURVIVAL IN BASE CAMP
Estamos atrapados por la nieve en el Base Camp desde el domingo. Nos han caído en tres días más de metro y medio de nieve. Empleamos el tiempo en palear y “sacudir” las tiendas. Todo el mundo está “apostado” en el BC, salvo “los caracoles”, una expedición comercial de franceses que suben cada día 300 metros, trasladando las tiendas y todo el material. Sólo sabemos que el lunes se instalaron cerca del Campo II, un lugar en el que en 1972 una avalancha barrió a 4 japoneses y 11 Sherpas. Estamos prácticamente incomunicados, ni se puede subir ni bajar de éste, nuestro BC. José Ramón, entre la tienda-comedor y la cocina, aprovecha para escribir:Desde que en mis años de juventud hicieran las llamadas Milicias Universitarias, y después de dos campamentos de verano en “Los Castillejos”, justo encimita de Salou, según se mira desde Arboli hacia La Musara, me licenciaría de Alférez de Infantería (no de Sanidad, que eso vino después), no había vuelto a chupar tanta matraca castramental hasta ahora. Porque, que yo sepa, vinimos a este Campo Base del Manaslu, o sea, mi Montaña del Alma (me gusta llamarla así, supongo que ya lo habrán notado), para permanecer 15 ó 20 días, mientras duraba el ataque a la cima de nuestro gran, querido y ochomilero amigo, Carlos Pauner. Pero llevamos más de 30 días esperando la “benéfica” ventana de buen tiempo que lo permita, y esto tiene pinta de neverending story, por decirlo en plan British, que es lo que se lleva por aquí, en esta “comunidad castramental” tan internacional en la que nos movemos, incluidos unos chinos vitaminos (antes vitaminos del norte y del sur, pero ahora vitaminos a secas, desde que los unificara un tal Co-chi-nin, después de darles a los yankilandios las suyas y las del pulpo). Por cierto, que son muy sonrientes y simpáticos los tíos. Bueno, pues en este mes, ha habido de todo, menos buen tiempo. Al menos durante el tiempo mínimo suficiente para poderle echar al monte la garrilla por encima de la cocorota, con unas mínimas garantías para poderlo luego contar con un mínimo de alegría ante los amigos de la peña. Y no es que el bueno de Carlos no lo haya intentado con ahínco. Que sí que lo ha hecho, sino que unas veces el encrespado viento, y otras la ventisca y la nieve, se lo han impedido. En fin, que lo de subirse al monte, que es a lo que habíamos venido, no ha sido. Pero como los médicos -al menos nosotros- somos así, y no sabemos estarnos calladitos y quietos, nos hicimos notar desde el primer momento. Y claro, aparte de una presión asistencial, que me río yo de la de Castejón de Sos en agosto, de la que tanto se queja la Dra. Nerín, por aquello de que conoce los entresijos, por ser usuaria y prestataria, no se nos ocurrió otra cosa que inaugurar a bombo y platillo el “Servicio de Urgencias y Emergencias Caballizado – 061” del Valle del Budhi Gandaki (ya saben, el Viejo Río). Y hala, desde heridas por asta de toro (aunque no hay vaquillas, los yaks también tienen muy mala leche), hasta intoxicaciones varias, pasando por traumatismos diversos, de los que los de las extremidades inferiores, no sólo constituyen un problema sanitario, sino también viario de primera magnitud, por afectar de forma muy especial al tráfico, tanto ligero como pesado, y patologías de lo más diverso y variado. Añádanle a eso que, cuando planificamos esta excursión y acontecimiento sociodeportivo, contamos con emplear también cierto tiempo en otras actividades académicas que, ahora, no tenemos más remedio que asumir. Dejamos en el BC a nuestro colega Miguel López Molina, del Servicio de Traumatología del Hospital de Baza, y médico de la Expedición Femenina (que no feminista, Lolo nos libre) Andaluza a este monte, que también está a la espera de buen tiempo. Así que, si la nieve y la dichosa meteo (forecast in British) lo permiten, mañana nos bajaremos a Samagaon.
Mª ANTONIA NERÍN Y JOSÉ RAMÓN MORANDEIRA

1 comentario:

  1. Comento la Fabada. No podía ser otro plato. Todos los asturianos sabemos que "con fabes y sidrina nun fai falta gasolina", aunque estoy seguro que no será como la que os prepara Consuelo.Nos alegramos que todo vaya más o menos bien.Besos.Consuelo, Rubén y el resto de Villa-Braga.

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